Somos Rulo y Rober, socios y familia por elección. Hace 12 años que trabajamos juntos, pero ambos teníamos la inquietud de empezar un emprendimiento propio. Finalmente, el momento llegó.
Rulo es tranquilo, pensador y estratégico, aunque le huye un poco al conflicto. Rober es cálido, empático y un gran creador de equipos de trabajo, aunque a veces tiene un temperamento más corto. En el camino, nos dimos cuenta de que lo que le falta a uno, el otro lo tiene, y así nos ayudamos a resolver los problemas rápidamente.
Nuestra experiencia conjunta en la industria de la blanqueria nos dio una base sólida para construir este nuevo proyecto. Además, sumamos nuestros estudios y viajes, que nos formaron en los aspectos técnicos más importantes a la hora de crear una marca adaptada al consumidor.